En el proyecto Shell House se trabajó teniendo en cuenta tres factores fundamentales:
-El terreno, el cual era muy complejo ya que su topografía esta marcada por una gran pendiente, y su forma irregular.
-Una premisa esencial y obvia: la espectacular vista del lago de Valle de Bravo que se debía apreciar desde todos los espacios creando una conexión visual con el entorno.
-La orientación con respecto al sol debía de ser la óptima para contar con la mayor cantidad de horas posibles de sol y generar espacios llenos de luz al interior de los volúmenes que conforman el proyecto. Esto se logró generando volúmenes en diferentes alturas con laterales acristalados.
Teniendo en cuenta estos parámetros se diseñó una estructura en forma de concha marina que se adapta al terreno de forma natural, generando entradas de luz de acuerdo a la trayectoria solar y aprovecha al máximo los poco más de 180 grados de vista hacia el lago de Valle de Bravo desde todos los ambientes.
